viernes, 20 de julio de 2007

Artículo: Espacios Expandidos

ATENCION: DETRAS DE USTED PARTE UNA LINEA INFINITA AL HORIZONTE.
Letras Travestidas y Ediciones del Cementerio
Rio de la Plata / Uruguay / Julio 2006

Explicación: primero una botella arrojada al Río de la Plata, con instrucciones para una performance en su honor, que la realizará (o no) la persona que la encuentre, y segundo, la colocación de afiches en el espacio público de carácter netamenta autorreflexivos.


ESPACIOS EXPANDIDOS.

POESÍA-INSTALACIÓN Y POESÍA PERFORMATIVA.

Luis Luna



Hablar hoy de poesía experimental no representa ninguna novedad. La amplia bibliografía dedicada al tema, los numerosos poetas (quién no conoce la obra de Brossa, Antonio Gómez o Chema Madoz) que han trabajado y trabajan en sus distintas corrientes y la existencia de premios –incluso impulsados por las instituciones– así lo corroboran. Sin embargo, es importante dar a conocer algunas tendencias que por su escasa visibilidad o por su desarrollo al margen de los circuitos más o menos comerciales van quedando orilladas en el underground más desconocido –recordemos la frase de Frank Zapa: “La cultura oficial sale a tu encuentro, pero al underground tienes que ir tú”– o en el silencio, tal vez porque, simplemente, el poeta crea en solitario, siendo pocas las ocasiones que tiene para compartir sus logros.

Este es el caso de algunas prácticas que vienen desarrollándose en los últimos años por creadores de distinto signo: poetas que llegan a la experimentación desde la poesía discursiva –el etiquetado es para entendernos porque sigue pareciendo falaz la dicotomía poesía discursiva/poesía visual (y/o experimental), estando el debate más bien en qué es poesía y qué no lo es– cuyas posibilidades creen agotadas por el estrecho margen de la página o bien porque cultivan paralelamente unas técnicas u otras; artistas visuales que llegan a la palabra, al lenguaje, a la grafía atraídos por su poder de comunicación y plasticidad; músicos experimentales que encuentran en la palabra, en su fragmentación, en su ruido, en su silencio, un extraordinario campo de composición; en fin todos aquellos artistas que vuelven a la poesía en busca de un lenguaje atractivo, válido para construir sus propuestas. Partiendo, pues, de esa reflexión sobre el lenguaje, van a escoger diferentes vías, técnicas que faciliten la puesta en marcha de propuestas poéticas novedosas, normalmente asentadas en unos postulados “fuertes”, aunque parezcan fruto de la improvisación o utilicen ésta como método de trabajo, y que contribuyen a la normalización de la propia poesía experimental.

Instalaciones, artefactos poéticos y poemas al aire libre. Establecer un diálogo con la naturaleza, recuperarla como lugar –con sus connotaciones paisajísticas, entrópicas, culturales y afectivas– para la poesía es el intento de algunos creadores que han hecho del “paseo” y la observación directa un singular método de escritura. Carlos de Gredos lo ha definido bien: “El artista que trabaja al aire libre lo que quiere transmitir es esa relación directa con el medio. Como base de conocimiento están bien todas las posibilidades que nos ofrece la industria cultural pero si no tenemos la experiencia directa, en primera persona, dejándonos turbar por el aire del lugar, nos perderemos lo que nos ofrece lo nacido como nosotros”. Tenemos, pues, un despojamiento, una labor de vacío, condición indispensable para que el poeta pueda trabajar. Una vez terminado el recorrido, las intervenciones se desarrollan en múltiples perspectivas, con infinidad de materiales y teniendo como resultado diversos soportes. La fotografía resulta imprescindible para poder llevar esas obras a la galería o al “libro de artista”, pero es la instalación la que permite construir espacios expandidos de percepción, es decir, espacios donde el diálogo entre el artista, el entorno que acoge la instalación y la mirada se vuelve absolutamente necesario. Si se quiere conocer más sobre este tipo de instalaciones es imprescindible visitar algunos espacios dedicados a tal fin como la pontevedresa “Illa das esculturas” que contiene una magnífica obra de Finlay, “Petrarca” (1999), el artista –un histórico del “land art”– nos enfrenta a una especie de juego de pistas asociadas al hecho de caminar y coloca en árboles de difícil acceso medallones de pizarra verde que contienen las cifras de algunos sonetos de Petrarca, estableciendo así una dialéctica entorno natural-entorno cultural. Recomendables resultan las instalaciones de Alexandra Mir, quien actualmente se encuentra preparando para el NMAC su instalación “love stories”, poemas y composiciones de lenguaje que se grabarán sobre los árboles donde se asienta la Fundación. Interesantes también son las “instalaciones sonoras” que aprovechan normalmente la “música” del propio entorno para trabajar sobre él y ponerlo en relación con la palabra en su dimensión fonética. Un nombre fundamental en ese terreno es Gorka Alda. Para terminar interesa destacar el trabajo del poeta y artista visual Carlos de Gredos ya que ha trabajado muy intensamente esta faceta de creación. Sus “poemas al aire libre” vienen realizándose desde 1996 y cifran una frenética labor de búsqueda en torno a la recuperación de un lenguaje primordial que nos conecta con lo natural.

Holopoesía. Sin alejarnos mucho de los conceptos de instalación y de espacio expandido encontramos la poesía hologramática u holopoesía. Definida por Eduardo Kac –histórico cultivador de esta técnica– como “poema organizado de manera no lineal en un espacio inmaterial tridimensional que puede, incluso, mientras el lector o espectador lo observa, cambiar y dar lugar a nuevos significados” los holopoemas resultan fascinantes para quien tiene la suerte de contemplarlos, consiguen una poesía que realmente se hace con los espectadores, deviene en espacio habitable. Resulta imprescindible, por su rigor metodológico y por lo arriesgado de sus propuestas, destacar a Eduardo Scala, a quien merece la pena conocer en todas sus dimensiones poéticas, pero que resulta especialmente interesante en sus composiciones hologramáticas.

Poesía performativa. Trabajada intensamente en los ambientes subterráneos de nuestras ciudades, la poesía performativa se alza como la más conocida de las tendencias que venimos comentando. Heredera de los presupuestos de la performance artística, del body art, del spoken word y de las vanguardísticas veladas dadá, las acciones poéticas –sean estas sonoras o visuales–, las performances poéticas, los match poeticos de improvisación y otras reuniones se han multiplicado extraordinariamente. Históricamente, no podemos dejar de señalar a Brossa y a Ignacio Gómez de Liaño, pioneros en importar y cultivar este aspecto performativo. Actualmente, numerosos colectivos trabajan en la elaboración de propuestas que concentren la labor de los poetas performativos. Así el boek861 es una página web de referencia para este tipo de convocatorias y Nel Amaro con su fundación perruno-situacionista uno de sus más asiduos cultivadores. En Tarragona el colectivo de creadores agrupado en “la pell del llavi” extiende estas acciones a la calle como medio de conseguir el impacto necesario. En Madrid, se están viendo últimamente propuestas interesantes de la mano de agitadores como Gonzalo Escarpa, Paco Sevilla o Pepe Murciego y de espacios como Artépolis, Circo de pulgas o Catarsis. Hasta tal punto ha crecido el cultivo que algunos artistas como Ajo, centran el eje de su labor poética en los recitales y la edición digital de sus composiciones. Resulta importante esto último porque empieza a generalizarse la idea de que el recital tiene una extraordinaria importancia en sí mismo y no tan sólo como un complemento anodino –y exigido– a la producción poética.

Hace falta, en conclusión, tener los ojos bien abiertos y, sobre todo, disfrutar de estos espacios expandidos, de estos “experimentos” fundamentales para el dinamismo, desarrollo y conocimiento de la poesía.



2 comentarios:

Leonardo Morais dijo...

Encantado por el sitio: teoría e sueño en la exacta medida...

juan angel italiano dijo...

Estimado Luis, grata sorpresa al entrar al blog, por otro artículo reseñado en Boek y encontrar de entrada la foto del homenaje a Brossa, demoré en reconocer la misma, espero que alguien encontrara la botella. Buen artículo y todo el blog en general. Abrazos del sur y seguiremos ojeando sus trabajos.

Juan Angel Italiano
edicionesdelcementerio@yahoo.com.ar